Hace mucho, mucho tiempo, los condes Don Piñolo y Doña Aldonza, movidos por el sueño de un sirviente, fundan en un pequeño pueblo asturiano un monasterio que albergaría a frailes benedictinos. Así comienza en 1022 la dilatada y convulsa historia del Monasterio de Corias.

Los condes dejaron al monasterio y a su comunidad religiosa un abultado patrimonio como dotación, que en los años siguientes incrementarían convirtiéndolo en el señorío monástico más importante del occidente astur. A lo largo de los años, el monasterio soporta diversos avatares, desde crisis internas hasta enfrentamientos con la nobleza y la iglesia.

Su declive se acentúa y, sobre el s.XVI, la iglesia románica original se derriba y se construye la actual renacentista. Las capillas se van llenando de magníficas tallas de madera, retablos, sillerías, órganos...

De la iglesia original, aún se conserva “El Cristo de la Cantonada", una de las tallas más destacadas del románico asturiano. Pero la historia no acaba aquí. En 1763 el cenobio sufre un gran incendio en el que se pierde la mayor parte del monasterio original. Solo se salva la biblioteca, la sacristía y la iglesia. No pasó mucho tiempo para que se comenzase a construir el monasterio que hoy podrás visitar.

Un emblemático edificio cargado de historia, declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional y reconvertido en Parador Nacional de Turismo, donde podrás alojarte en las antiguas celdas monásticas.