Lo que antaño fue uno de los pueblos más prósperos del concejo de Ibias, así lo refleja su grandiosa dimensión con casas señoriales y grandes y cuidados hórreos y paneras hoy es el perfecto reducto de arquitectura rural asturiana.
Camina bajo los “parrales de aldea”, viñas que cubren las calles del pueblo a través de estructuras de madera que se sustentan en “pies derechos”, muros o en las propias casas. Antiguamente recorrían todo el pueblo, dando una agradable sombra en verano, además de sus frutos.
Puntos de interés:
Iglesia de San Pedro (1.751) que sustituye a la primitiva del s.X
Panera Casa Antonmaría. De gran tamaño y apoyada directamente sobre un gran muro.
Hórreo Casa Penedela. Con un tallado lateral del escultor Domingo Álvarez (finales s.XVIII)
Casa Castellano. Antiguo Bar-Tienda-Hospedaje