Cecos - San Antolín

Un paseo de ida y vuelta. Cualquiera de los dos pueblos es una excelente opción para comenzar.

Si arrancas desde Cecos no te pierdas, cruzando la carretera a pocos metros dirección a Lagüeiro el Palacio Ron (s. XVII). Aunque es privado desde fuera se puede contemplar su organización en torno a un gran patio y en su fachada principal conserva un peculiar escudo de madera de la familia.

En la plaza de Cecos se encuentra la iglesia de Santa María, originalmente perteneciente al monasterio del mimo nombre, fundado en el s.X y el Hotel-Restaurante Cecos con su Centro Expositivo Senda del Oro.

Inicia el paseo tomando un camino que sigue paralelo al río Ibias y que en pocos metros alcanza una pequeña zona de viña y lugar desde el que poder ver restos de excavaciones auríferas de época romana. Continuando el curso del río atravesarás el caserío de A Pena l´Corvo. Éste se compone de varias edificaciones que incluyen hórreo, molino y una pequeña ermita. El camino continúa salvando los canales del molino.

Desde aquí sigue la margen del río a través de una frondosa vegetación de alisos, arces y fresno, hasta alcanzar la hermosa garganta que forma el río Cavo casi en el punto de su confluencia con el Ibias. Enseguida, se inicia un breve ascenso tras el que vuelve a descender al río a través de matorrales de brezo y carquexa. El camino discurre ahora por antiguos prados, y paralelo a uno de los canales de riego, as presas, tan abundantes en la zona.

Ya casi en San Antolín se inicia un breve ascenso que conduce hasta la Viña de Trigal y desde aquí el camino desciende hacia San Antolín.